En estos días de descanso navideño he leído el libro del autor sueco Tomas Erikson: El hombre que estaba rodeado de psicópatas. El título ya es sugerente y me llamó la atención desde que lo vi y repasé el índice.
No voy a hacer un resumen de su contenido, pero sí quiero compartir contigo algunas ideas clave que me ha inspirado.
Los psicópatas los tenemos bien cerca
Sin ánimo de ser exhaustivo, algunas de las ideas que me ha sugerido o recordado el libro y que quiero compartir contigo son las siguientes.
1º. Existe un abanico de comportamientos y de personas que, sin llegar a ser psicópatas, sí son manipuladoras y de una manera u otra, intentan utilizarnos para sus fines. Con algunas convivimos a diario, ya sea en nuestra realidad más cercana, ya sea al poner el boletín de noticias de televisión o de radio.
2ª. Pero además de ese tipo de comportamientos y personas, que pueden corregirse, hacerles frente o hacerles conscientes, existe otro grupo que son los psicópatas. El libro los describe muy bien, nos facilita una lista de verificación y lo peor de todo, nos demuestra que estadísticamente son más abundantes de lo que pensamos, por tanto, es probable que nos podamos encontrar con ellas en alguna ocasión.
3º. Estas personas, las psicópatas, las podemos encontrar en el trabajo, en la familia, en la política, en muchas profesiones y servicios con los que tenemos contacto.
4º. Una de las características que destaco de estas personas en su capacidad de seducción, son “encantadores de serpientes”, de manipulación, de engaño, no tienen ni escrúpulos, ni ética, ni empatía… para estas personas cualquier ser humano no vale nada: solo te utilizan para sus fines.
Alejarse de ellos.
5º. Frente a comportamientos y personas manipuladoras, el autor ofrece una serie de recomendaciones para defenderse en función de cuatro perfiles de personalidad que se repiten a lo largo del libro: los rojos, los amarillos, los verdes o los azules. Son patrones de personalidad, que no tienen ninguna connotación ideológica ni política.
6º. Pero frente a las personas psicopáticas solo propone una estrategia: “poner tierra de por medio”, alejarte, huir.
7º. Comparto el enfoque realista que ofrece el autor: no hay tratamiento, no hay terapia efectiva. Insiste en cómo muchas personas que conviven con este tipo de personas (parejas, familiares, compañeros de trabajo, jefes…) se queman y son devoradas bajo la falsa creencia de “voy a conseguir que cambie”. Por eso insiste en ponerse a salvo, si puedes.
Frente a una persona psicópata, lo mejor es alejarse de ella.
8º. Me ha llamado la atención la capacidad de seducción de este tipo de personas: el autor señala cómo muchos de los psicópatas que están en prisión, que llegaron al asesinato, a la violación… eran los que más cartas de admiradores recibían, cómo consiguieron seducir y enamorar a sus abogados, a los abogados de las víctimas (¡increíble!) a los psiquiatras y psicólogos del centro penitenciario…
Algunas enseñanzas más.
9º. Por ir terminando, ha habido dos aspectos más con los que me quedo de la lectura del libro: el primero es recordarme que debo mantenerme alerta en las relaciones sociales, evitar la ingenuidad o fiarte fácilmente de la gente. Mientras estaba preparando esta entrada, escuchaba la entrevista que le hacían a Santiago Cogedor que ha estado 15 meses detenido en Irán y cómo había sido víctima de un exceso de confianza y del engaño de un supuesto amigo. El buenismo puede salir muy caro.
10º. Por último, el libro confirma una creencia sobre la condición humana, sobre los homo sapiens que comparto. Copiando una metáfora de W. Churchill las personas son como un gran árbol: su copa puede llegar hasta el cielo, pero sus raíces pueden llegar hasta el infierno. Los humanos somos capaces de lo más grande… pero también de lo más sucio.
Feliz Año
 Autor: Jesús Jarque García Pedagogo, escritor, formador y orientador en la etapa de Educación Infantil y Primaria. |
Jesús Jarque García 