
Hace unas semanas me concedí el pequeño capricho de cambiar el teclado y el ratón del ordenador en el que trabajo. El anterior todavía funciona pero lo he «sentado en el banquillo» por uno mejor. El teclado es en este siglo XXI lo que la pluma el siglo pasado… o el anterior.
Un teclado es un instrumento con el que terminas de hacerte amigo: como del volante de tu coche… o de la pluma, los que todavía la usamos.
Un teclado nuevo, para mí, es algo más que un instrumento electrónico, tiene algo mágico, algo lleno de futuro y esperanza. De él, como ha ocurrido con teclados anteriores, espero mucho.
Responderé a mensajes y correos que recibo casi a diario (ya no doy a basto de responder a todos) donde me pedís, muchas veces a la desesperada, ayuda, consejo, orientaciones…
Espero escribir con él muchos artículos y entradas para esta página, para Familia y Cole y para otros medios con los que colaboro.
Con él espero escribir alguno de esos libros que tengo en mente esperando hacerse realidad. Elaborar más materiales de estimulación, preparar cursos, charlas… y algún que otro proyecto novedoso en el que me estoy embarcando y del que pronto tendréis noticias.
El antiguo teclado lo he guardado en su caja. Solo tendrá su oportunidad el día que falle el que tengo y tenga que sustituirlo provisionalmente. Pero también estoy agradecido a él: con él he escrito muchas entradas, he contestado a correos, escribí el libro Trastorno de Aprendizaje No Verbal y otro material que en unas semanas estará en el mercado.
Nos estamos terminando de entender y parece… que nos vamos a llevar bien. Pero al final, es un aparato obediente y solo hace lo que yo le diga.
Así que si algo diferente aprecian en mis producciones escritas… la culpa no será del teclado.
Jesús Jarque García
Gracias por la información, voy a comprar su libro sobre el TANV, seguro que me irá bien leerlo.
Pilar Martínez.