Tengo la suerte de conocer, estar en contacto y vivir cerca de muchas personas extraordinarias. Son extraordinarias porque, desde mi punto de vista, lo que hacen casi a diario o han tenido que hacer en momentos de su vida se salía de lo habitual y a mí, me ha servido de ejemplo.

La mayoría de las personas extraordinarias
Sin embargo, la mayoría de las personas extraordinarias que conozco… son gente corriente. Por supuesto que “corriente” no lo digo en un sentido despectivo, sino justo lo contrario.
“Corrientes” en el sentido de que, salvo algunas excepciones, no han recibido ningún reconocimiento oficial, no le han colocado ninguna medalla, no salen en los medios de comunicación… la mayoría o no tiene redes sociales o tienen un número de seguidores que no las convierten precisamente en “influencer”.
Pero para mí son personas extraordinarias y creo que a casi todas se lo he dicho alguna vez.
Personas extraordinarias
En esa lista de personas extraordinarias tengo a muchas compañeras y compañeros, maestras en su mayoría, con las que comparto el trabajo actualmente o en algún momento del pasado.
Personas que llevan adelante su trabajo educativo diario, junto con su vida personal que, no siempre es fácil. Lo hacen muy dignamente, sin grandes estridencias ni postureo… pero ayudando a crecer a muchos niños y niñas.
También estáis en esa lista de personas extraordinarias maestras, maestros y profesores que he ido conociendo en los años que llevo impartiendo cursos por toda España y ahora también por Hispanoamérica. En algunos casos hemos compartido pequeñas conversaciones en esos momentos de formación, pero que se han ido prolongando posteriormente a través del contacto en la distancia.
Muchas madres
Gracias al trabajo de orientación tengo la suerte de poder entrar en la vida de muchas madres, también padres, pero sois mayoría las primeras. Sabéis que a muchas de vosotras os admiro y así os lo he hecho saber. La capacidad de superación, de esfuerzo, de no desfallecer, de volverlo a intentar…
Las mamás sois un ejemplo evidente de personas extraordinarias y a la vez corrientes.
Gabinetes
Otro grupo de personas con las que he tenido la suerte de compartir y conocer, sois muchas de las que trabajáis y dirigís los gabinetes multiprofesionales. En muchos casos hemos mantenido un largo contacto durante la preparación de algunos cursos, su realización y después de los mismos.
Lo primero es que me habéis cambiado mi visión de la empresaria, de la emprendedora. La gran mayoría sois mujeres, que tenéis que compaginar la labor profesional con la familia haciendo auténticos malabares.
Pero sobre todo, sois personas con mucho coraje, con mucho empuje, creatividad… sois personas extraordinarias.

Alumnos
También entre los niños y niñas con los que he compartido estos años de profesión, he encontrado personas extraordinarias. Por su manera de ver la vida, aunque muchas veces no sea fácil, por mantener la ilusión y la alegría, por el ejemplo de vuestra dedicación y otras veces, por vuestros valores y capacidades excepcionales.
Sois personas también extraordinarias y estoy seguro que lo seguiréis siendo.
Amigos y familia
Y en esta larga lista también están amigos y familia. Muchos de los amigos, amigas os considero extraordinarios por la capacidad de salvar obstáculos que parecían insalvables, de superación, de abrir una puerta trasera cuando todas las puertas estaban cerradas.
Y entre la familia… ha sido la primera escuela de personas extraordinarias y a la vez, gente corriente. Pero la familia, merecía una entrada exclusiva para vosotros.
No quiero dejar atrás a muchas otras personas que, si bien no encajan en alguna de las categorías anteriores, las considero personas extraordinarias con las que mantengo cierto contacto: a ti también te lo he dicho en algún momento y ahora te lo quiero recordar.
Las personas extraordinarias
Las personas extraordinarias que tengo la suerte de conocer son gente corriente. No son héroes, no son heroínas…
Desde mi punto de vista, las personas extraordinarias no son esa imagen idílica que aparece en las redes sociales: siempre felices, rodeados de amigos, triunfadores, escalando vertiginosamente hacia el éxito… por no hablar de esos dotes maravillosos para bailar. Yo creo que esas personas no son modelo para mí… porque son inalcanzables.
Creo que las personas realmente extraordinarias se caen, tardan en levantarse e incluso nunca lo consigue, también bajan los brazos, abandonan, en sus cromos hay éxitos y hay fracasos, también decepciones… lloran, se enfadan y juran en arameo… No son perfectas, pero para mí son extraordinarias, porque puedo aprender de ellas, me han ayudado a crecer y son ejemplos alcanzables.
Estoy seguro que tú que me estás leyendo también conoces a personas extraordinarias, que son también gente corriente. Y que creo que ser extraordinario y ser corriente… son las dos caras de una misma moneda; la moneda de la grandeza de ser persona.
Para terminar, te lo quiero agradecer y reconocer que es una suerte para mí conocerte y compartir el camino de la vida contigo.
Me encanta, Jesús.
Como siempre, comparto lo que dices.
Muchas gracias.
Un abrazo,
Olga
¡Gracias Olga! Ya sabes que tú formas parte de esa lista… 😉
Estimado Jesus Gracias por tus palabras acerca de las personas extraordinarias/ordinarias….me siento en la obligación de devolverte el piropo. Con tus cursos no solo enseñas, te das. Te das tu, tus materiales y tu buen hacer, en esta cultura competitiva Nadir da nada y menos si eres una supuesta competencia. Yo soy una de esas mujeres emprendedoras que monte mi gabinete y ahí sigo más de 20 años, luchando con los pagos, adorando mi trabajo y dejando mi piel pero feliz. Un saludo cariñoso
Macu Lluch
Gracias Macu por tu comentario. Pues así sois las mujeres emprendedoras. Mucho ánimo y muchos años más.
Gracias Jesús por tus palabras de ánimo y reconocimiento. Gracias por tanto que enseñas y compartes. Gracias por amar esta profesión y reconocer nuestra labor de madres, autónomas y pedagogas.
¡Gracias a ti Isabel por tus palabras!
Que razón llevas amigo Jesús. Realmente lo más extraordinario de estar personas, es con la humildad que hacen lo extraordinario. Sin darle importancia, sin presumir, sin esperar recompensas. Más que la propia satisfacción de ver una sonrisa agradecida en la cara de las personas que han compartido ese extraordinario momento con ellas.
Un abrazo.
¡Qué bueno Rafa! Me alegro de encontrarte por aquí.