Jesús Jarque García

En el mes de mayo de 2020, os proponía participar en una encuesta para valorar cómo estaba viviendo el profesorado, desde el punto de vista emocional, su trabajo docente durante el estado de alarma.

En esta entrada os presento los resultados, algunas conclusiones y recomendaciones que puedo ofrecer.

Resultados más significativos

A continuación os presento los resultados más significativos de la encuesta.

El 45 % eráis profesoras de Educación Primaria, el 22 % de Infantil, el 11 % de ESO y el resto de otras etapas.

Síntomas de afectación emocional

Los síntomas de afectación que se han señalado han sido los siguientes:

Otros síntomas importantes que se han señalado han sido:

• Dolores cervicales.
• Dificultad para concentrarse.
• Sensación de que no se valora el esfuerzo

¿Qué aspectos del trabajo docente están afectando?

Aquí las respuestas han sido muy variadas y más complicadas de tabular. En todo caso, los resultados apuntan a lo siguiente:

1º. El aspecto más importante y mayoritario, es el hecho de estar todo el día conectado: todo el día recibiendo mensaje, respondiendo, buscando material… No se distingue entre horario laboral y personal. Todo eso, a la vez que los docentes tienen que atender a su hijos, familias, la casa…

2º. El trabajo escolar se centra en tres aspectos especialmente: atender a los alumnos y familias; buscar y elaborar material; corregir las actividades.

La sensación de estar todo el día conectado

3º. Otro aspectos señalado es la limitación del dominio de las TIC. En unos casos hay poco dominio por parte del profesorado, y se han tenido que poner al día rápidamente. En otros casos, son las familias y los alumnos los que o no dominan las TIC o tienen falta de medios técnicos para hacerlo adecuadamente.

4º. El tener que emplear y dominar diferentes herramientas y plataformas a la vez.

5º. La dificultad para relacionarnos y enseñar on line: al final es una relación fría y distante, a la que no estamos acostumbrados ninguna de las partes.

6º. No llegar a todos los alumnos y de algunos, no tener respuesta.

7º. La sensación de que el trabajo no es suficientemente valorado y probablemente sea poco eficaz.

8º. La falta de pautas, normas y criterios claros y constantes, sobre todo desde la Administración.

9º. En menor medida, señaláis la falta de coordinación: la sensación de que cada profesor va a lo suyo o hace la guerra por su cuenta.

10º. Y finalmente, ha habido una importante carga burocrática con poca incidencia real para el aprendizaje de los alumnos: rehacer programaciones, evaluaciones…

Conclusiones y propuestas de mejora

Voy a tratar de hacer una síntesis de lo que habéis propuesto como mejoras y conclusiones de esta situación.

1º. En primer lugar, gana como propuesta campeona: la vuelta a la normalidad.

2º. La segunda propuesta, también muy seguida… es la necesidad de tomarnos unas buenas vacaciones.

3º. La necesidad de saber gestionar las propias emociones en situaciones como esta. Una parte de la exigencia que habéis vivido los docentes, es autoexigencia.

4º. Necesitamos, toda la comunidad educativa mejoremos en cuanto a las TIC: contar con equipos y herramientas; unificar o al menos, reducirlas. Por ejemplo, no podemos hacer videoconferencias por 4 o 5 plataformas distintas. Igualmente el diseño de tareas y actividades que se puedan realizar sin lápiz ni papel y formación en este campo.

El cuidado emocional de los docentes debería ser una prioridad

5º. En momentos de crisis como estos, reducir la burocracia inútil.

6º. Me habéis pedido que no dé consejos por vídeoconferencia o webinar… al menos, durante unos meses ya que habéis acabado muy hartos de ellos.

Lo que sí está claro es que el cuidado emocional de los docentes debería ser una prioridad, también de la Administración Educativa.

Algunas recomendaciones

Aunque ya el curso está prácticamente terminado, si me permitís, os hago algunas recomendaciones por si volviera a repetirse una situación similar.

1º. Yo creo que la respuesta de los docentes, abrumadoramente por mayoría, ha sido una respuesta rápida y muy generosa. Nadie se debe sentir culpable, al contrario, se ha dado más que lo que se hace habitualmente en nuestro trabajo.

2º. Debéis disfrutar de unas merecidas vacaciones y desconectar del trabajo escolar: os lo agradecerán las personas cercanas, vuestro cuerpo, vuestra mente… y probablemente vuestros alumnos.

3º. Si la situación se vuelve a repetir y es necesario volver al teletrabajo docente, necesitamos formación para dominar un poco más las TIC y que las familias dispongan de medios suficientes y de formación.

Si alguno de los síntomas continúan, debes consultarlo con tu médico de Atención Primaria. ¡No de dejes pasar!

4º. Tendremos que aprender a teletrabajar estableciendo un horario de trabajo, con principio… y FIN. Y tendremos que enseñar a las familias, al Equipo Directivo y a otros compañeros que fuera del horario laboral no se puede atender: nadie va a un colegio un sábado por la mañana a hablar con la tutora… lo mismo que no vamos a nuestro médico de atención primaria, fuera de su horario laboral, salvo una emergencia.

5º. Finalmente, los que habéis señalado síntomas, si todavía permanecen, deberíais consultarlo con vuestro médico de atención primaria. No es una tontería, ni nos deberíamos acostumbrar a mal dormir, a vivir angustiado o con otros de los síntomas. ¡No lo dejéis pasar!

Agradezco vuestra participación

Os quiero agradecer a los 255 participantes vuestra implicación y sinceridad, al dedicar vuestro tiempo y atención a completar la encuesta.

También vuestra paciencia en esperar los resultados. Voy a pensar algunas actuaciones para dar respuesta a vuestras inquietudes y preocupaciones.

Os mantendré informados.

Autor: Jesús Jarque García Pedagogo, Máster en Psicología y Gestión familiar y Máster en Coaching Pedagógico y Educacional. Orientador en Educación Infantil y Primaria. Autor de numerosos libros relacionados con las pautas educativas, la pedagogía y dificultades de aprendizaje. Ponente en cursos y charlas a profesores y familias.