Hace unas semanas terminé de leer el libro «No me maltrates: cómo poner límites al maltrato verbal«, de Ediciones B. Escuché al autor, Bernardo Stamateas en una entrevista de radio y me llamó la atención. Él ya se hizo muy popular con el libro «Gente Tóxica«.
La verdad es que vivimos en una sociedad y en una cultura con un nivel de violencia verbal considerable. La televisión y hasta nuestros representantes políticos nos dan un buen ejemplo. Pero en los ámbitos más cercanos y cotidianos también: en el trabajo, en la Red, en la familia… en el siguiente atasco.
Los educadores no estamos a salvo: entre los niños hay casos de violencia verbal, en los claustros o entre las familias y educadores. Aunque la sangre no suele llegar al río, «haberla hayla» y produce su daño y su dolor.
Stemateas recorre a lo largo del libro diferentes formas de maltrato verbal, las causas, manifestaciones, consecuencias en las víctimas, etc. El libro concluye con una colección de más de veinte técnicas concretas para hacer frente a los maltratadores verbales.
Me quedo con una cita del autor que resumen muy bien la intención del libro:
«…Nunca una técnica se usa para cambiar al maltratador, sino para poner límites. El objetivo es no entrar en su juego».
Jesús Jarque García