
En el campo de la Educación considero que lo más importante es tener claro hacia dónde dirigimos el rumbo, qué es lo que realmente queremos conseguir: qué pretendemos con la educación. El cómo conseguirlo, está supeditado a lo anterior.
Y aunque la cuestión metodológica siempre es algo secundario, estamos viviendo rachas en los últimos años en las que no cesan de aparecer nuevas metodologías, justo a la misma velocidad a la que se olvidan. Metodologías nuevas e innovadoras, algunas tan novedosas que tienen más de 30 años de antigüedad y otras, varios siglos. Como todo lo que sucede últimamente en nuestra cultura occidental, ocurre a tal ritmo vertiginoso, que no es posible de asimilar y mucho menos, de poner en práctica: es imposible estar a la última. ¿Quién se acuerda ya de Finlandia?
Seguir leyendo